sábado, 19 de noviembre de 2011

Violencia familiar


Son innumerables las formas la violencia familiar. Puede pensarse en violencia hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas loas clases sociales, culturas y edades. la mayoría de las veces se trata de los adultos hacia una o varios individuos.
En la práctica el maltrato tiende a "naturalizarse" es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales. Muchas personas que maltratan son considerados (y se consideran a sí mismos) como de mayor poder hacia quienes son considerados ( se piensan a si mismos) como de menor poder. Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar. En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste la mayor casuística, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato (por lo general hombres mayores y debilitados tanto físicamente como económicamente respecto a sus parejas mujeres). También cabe enumerar la violencia cruzada, cuando el maltrato pierde el carácter de aparente unidireccionalidad. Desde el punto de vista jurídico resulta dificultosa la comprobación. Cuando se trata de violencia física en su mayoría son lesiones leves, las cuales cuando dejan marcas desaparecen en no más de 15 días.
Por lo general quienes padecen estas situaciones tienen reticencia a denunciar lo que ocurre. Los motivos de este recelo ocupan desde hace muchos años a investigadores y profesionales. Por un lado porque se mantiene una espera de un cambio espontáneo de quién agrede, por otro lado se aceptan las disculpas (típicas) de quién agrede, y se creen las promesas que no se lo volverá a hacer (otro rasgo característico), también influye el temor al prejuicio social, las convicciones ético – religiosas, la dependencia económica, el miedo a represalias, la falta de esperanzas en la eficiencia de los trámites jurídicos, etc. Pero quizás el punto más álgido del razonamiento sobre el maltrato se evidencia en el sostenimiento del vínculo violento. En este sentido entran en consideración tanto el aplastamiento psíquico, la baja autoestima, la educación violenta, como también una consideración al suponer una relación signada de vicios y sistemas psíquicos o relacionales, o un posible montaje estructural subjetivo que impide romper el tipo de relación, etc.
Argentina no es la excepción, ultimamente la venganza se produce en los niños, o sea cuando la mujer decide separarse el hombre que no lo acepta además de hostigarla, amenaza con darle en donde más le duele, asi terminan raptando y matando a niñós, el último caso sucedió en un tranquilo pueblo de la ciudad de Buenos Aires, en esos lugares donde la gente duerme con las puertas sin llave, los niños juegan en la calle y van y vienen sólos de la escuela, sin embargo allí ocurrió el desastre, el pequeño de 9 años no volvió de la escuela, parecía que se lo había tragado la tierra, todo el pueblo salió a buscarlo, junto con las policía y todas las fuerzas vivas, para finalmente encontrarlo en un campo muerto con un terrible golpe en la cabeza, él padrasto cumplió la venganza, en quien más le iba a doler a su ex pareja.
Estos casos sólo pueden dar como resultado una sociedad muy enferma, por eso es tan importante que cuando una mujer hace una denuncia por maltrato o cualquier forma de violencia, enseguida intervenga la justicia porque luego ya es tarde, como sucede en la mayoria de los casos.

8 comentarios:

Genín dijo...

Desgraciadamente no dejamos de hablar de estos temas, no importa el país que sea, es lo mismo en todas partes, los casos que ocurren en Argentina son los mismos que vemos constantemente en España, la violencia no cesa, tal parece que no se sabe como atajarla, es terrible la impotencia que se siente...
Besitos y salud

Betty dijo...

Es increíble que pasen estos hechos terribles... pero lamentablemente suceden...

Besos

Un par de neuronas... dijo...

No creo que sea un mal social sino el constructo de una mente mezquina o de un grave complejo de inferioridad. O vete tú a saber qué piensa alguien que maltrata ¿la maté porque era mía?

Mano dura contra el o la maltratador/a, amiga.

Cuatro abrazos.

Abuela Ciber dijo...

Es un flajelo que las condiciones actuales de vida, ese estresamiento máximo, hace que se propague en forma alarmante.

Cariños

Anónimo dijo...

Terrible entrada. Pero esa es la realidad en muchas partes del mundo...y a la vuelta de la esquina

Ricardo Miñana dijo...

Cuando ocurren esas cosas la impotencia nos remuerde con rabia,
esperemos que la justicia sepa cortar a tiempo.
con mis mejores deseos para estas navidades
¡felices fiestas!.

RosaMaría dijo...

Nuevamene por aquí...veo que mi comentario anterior no salió. Coincido con Genin, aunque esto empezó en España hace más de diez años. Parece que copiamos lo malo.
Mi objetivo es otro en este momento:
Desearte salud, cariño, ventura y mucha felicidad en estas fiestas. Un abrazo cariñoso.

Franziska dijo...

Los malos tratos a las mujeres son tan viejos como el mundo. Ahora salen a la luz. Las mujeres ya no están dispuestas a sufrirlos y los casos se publican y todos nos enteramos. En cuanto a que se matan a más mujeres es porque algunos hombres no pueden soportar que la víctima huya o amenace con la huída y es tal la locura que acaban con sus parejas, con sus propios hijos y con todo el que se ponga por delante. Verdaderamente, es aterrador. Tener hijas, en estos momentos, pone los pelos de punta porque ¿quién sabe lo que le puede pasar por la cabeza a ese muchacho que parece tan bueno? A mí me pone los pelos de punta, solo con pensar lo que podría pasar. Hay que erradicar del pensamiento de los hombres era terrible idea de la posesión. Sin embargo, resulta muy complicado entender como el amor puede llegar a transformarse en un odio sin límites y een tal clase de sadismo.

Un abrazo. Franziska