domingo, 30 de enero de 2011

El juego


El taxista le para a una mujer de mediana edad y se suscita el siguiente diálogo:
Taxista: buenos días, a donde la llevo.
Pasajera: al bingo de Belgrano.
Taxista: llevo a muchas pasajeras a los bingos.
Pasajera: si yo voy siempre aprovecho que mi marido duerme la siesta y me voy un ratito.
El taxista sonrie, sabe que muchas mujeres se escapan para ir a jugar, lo nota por los horarios generalmente a media mañana los días de semana, o los fines de semana en las primeras horas de la tarde. Muchas hasta suben con las bolsas de las compras del super.
Y no se trata de hechos aislados o de pura coincidencias lo que el taxista viene observando en este sentido, los especialiestas señalan que cada vez más mujeres son adictas al juego.
“Es cierto que las mujeres siempre se inclinaron por el bingo y las tragamonedas, pero el número de jugadoras compulsivas va en aumento. Hace 10 años, el 80% de los jugadores que atendíamos en el hospital eran hombres, contra el 20% de mujeres. Hoy, las mujeres son casi el 40%”, afirmó la doctora Susana Calero, psiquiatra y jefa del Servicio de Adicciones del hospital Alvarez de la ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Entre algunos de los argumentos, la especialista mencionó que la edad de iniciación está bajando: de 35/40 años pasó a los 25/30. “Otro dato que se desprende de nuestras estadísticas es que cada vez más jubiladas concurren a las salas de juego. "Al principio, los hijos lo aprueban porque creen que así se entretienen, que el juego es simplemente un motivo de distracción y diversión, pero cuando se convierte en un problema se desesperan y piden ayuda", señaló Calero.
"Muchas veces, venir al bingo se transforma en una salida de amigas -confesó Ruth, una mujer que ronda los 40 años y asegura conocer todas las salas de la Capital-. Vamos a tomar algo y después venimos un rato a jugar. Nos divertimos, la pasamos bien... ¿Cuánto apuesto? Depende, a veces 50, 100 pesos o más, aunque desde hace un tiempo llevo el registro de todas mis apuestas. En el balance voy abajo, pero no por mucho, de verdad."

En este sentido, Calero explicó: "Lo que empieza como una distracción social termina como una conducta compulsiva de la que no se puede escapar. Es común escuchar a las mujeres argumentar que en el bingo se hicieron un grupo de amigas, que jugar es una manera de pasar las horas y olvidarse de los problemas. Pero esto, en realidad, refleja el conflicto de soledad que sufre actualmente la mujer".

En cuanto al dinero que gastan, Calero aseguró que ésa es una confesión a las que pocas se animan. "Cuando ya no tienen plata, las que pueden les roban dinero a sus maridos, y en algunos casos de matrimonios con alto poder adquisitivo han llegado a admitir que, entre las maquinitas y la ruleta electrónica, apostaban entre 4000 y 5000 pesos por día."

Angustia, ansiedad, problemas de pareja y cuadros depresivos son otros de los factores psicológicos que se suman a la soledad, y que según los expertos consultados afectan más a las mujeres que a los hombres.

"La mayoría son viudas, separadas y solteras, aunque el número de mujeres casadas no es menor", agregó el licenciado Claudio Boyé, jefe del departamento de Prevención y Orientación en Ludopatía, que depende del Instituto de Juegos de Apuestas de la Ciudad de Buenos Aires y que comenzó a funcionar en noviembre de 2005.

Tal vez resulte paradójico que el mismo Estado que promociona la industria de los juegos de azar busque implementar medidas para asistir no sólo a los adictos al juego compulsivo, sino también a entorno inmediato.
En Jugadores Anónimos aseguran que la cantidad de apostadores compulsivos aumentó en los últimos años, y uno de los argumentos que ponen sobre el tablero es el incremento de salas de juego en la ciudad. "Si una persona tiene una conducta compulsiva y a 10 minutos de su casa hay un casino donde puede ir, lo más probable es que vaya y apueste", explica Elena, una de las coordinadoras de la institución que prefiere mantener su nombre completo en el anonimato.

"En 10 minutos me voy, vine un ratito para distraerme porque vivo acá nomás, a un par de cuadras", comentó Rosita a sus compañeras de mesa mientras terminaba la última empanada de su almuerzo, ya que con la entrada, que cuesta 2 pesos, se incluye un vale de comida que se puede utilizar hasta las 13.

Pero entre cartón y cartón, los 10 minutos que prometió Rosita se transformaron en 40. "Acá nos conocemos todos; los chicos que trabajan, el encargado y las chicas que venimos siempre somos como una familia -continuó-. Pero te digo la verdad, cuando puedo voy a las tragamonedas del hipódromo de Palermo; esas maquinitas me vuelven loca, y ahí gasto toda la plata.

Me pareció interesante comentar esta problemática, dado que jugar está socialmente aceptado, sin embargo cuando se convierte en un acto compulsivo puede ser tan dañino como cualquier otra adicción, sólo que está más oculta que la drogacción o el alcoholismo, pero los perjuicios a nivel económico y familiar no quedan a la zada de los otros.

25 comentarios:

Alhami dijo...

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...me parece un artículo, muy interesante, muy válido y muy real el juego de azar como problema adictivo... me ha gustado mucho, todos los detalles de la información pertinente... en lo personal io no miro con buenos ojos este tipo de negocio... donde el adicto siempre es perdedor... es un absurdo... pero bueno esas son las paradojas de la vida

Gracias por compartir, va fuerte mi abrazo

Genín dijo...

A mi nunca me ha interesado el juego, puedo jugar cartas en una reunión de amigos o familiar, hasta ahí llego, pero el juego de dinero puede arruinar familias y destruir matrimonios, conozco mas de un caso, es terrible.
Salud y besitos

Betty dijo...

en el 2005 estuve alojada en el hotel donde funciona el casino de Concepcion de Uruguay.

No podía creer lo que veía... mujeres a toda hora jugando... dejaban los chicos afuera y ellas adentro aferradas a su recipiente con momendas apostando descontrolodamente... lamentable lo que ví...

Besos

Un par de neuronas... dijo...

Pues creo que yo no he introducido jamás una moneda en una maquinita. Una vez jugué dos cartones de bingo para probar y conseguí una línea y un bingo. Pero sé de una vecina que vendió hasta las joyas de su madre para conseguir dinero para jugar... no atienden a razones hasta que la cosas ha perdido el control. Es un grave problema desde ya hace unas décadas. Mucha soledad, amiga Elsa.

Beso.

El rincòn de mi niñez dijo...

Interesante post.
A mi me encanta jugar...Pero con mis topos gigios y mis juguetes.
Ni hablar del mago chan y mis juegos de mesa.Los Rasti , el poing poing, El dominó...
Estos juegos no te arruinan el bolsillo.Só te regala horas de buenos recuerdos.
Abrazo tía Elsa

tia elsa dijo...

Alhami, es asi las paradojas de la vida.

Genín: yo tampoco juego,salvo para pasar el rato, pero cuando es adictivo como bien dices arruina la vida del jugador y de su familia.

Betty: si es muy triste no tener control sobre las acciones de uno mismo.

Verónica: esa es la causa que ponen como prncipal motivadorlos especialistas, la soledad.

El rincón de mi niñez: eso es maravilloso, no perder nunca el niño interior.

Juan Antonio dijo...

Qué pena que existan personas ludópatas. Esta es una enfermedad que se debiera tratar, pues creo que cada vez empeora la situación económica, social y familiar, aparte de la propia patología, del jugador compulsivo.
A mí nunca me gustó jugar. Tal vez porque mi padre nos explicó desde pequeños lo peligroso que era el juego.
Muy interesante la entrada, tía Elsa.
Un abrazo y feliz día.
Juan Antonio

tia elsa dijo...

Juan: por supuesto se debe tratar como cualquier otra adicción. Y es asi arruina a la persona y a su entorno.

Sailor dijo...

Hola Tía Elsa!! es preocupante porque las autoridades brindan cada vez más la posibilidad de tener casinos y negocios similares en cada esquina.

Un abrazo!

vivi dijo...

hola tía elsa
terrible el tema de las adicciones, como puede desvirtuar las cosas realmente importantes de la vida
a mí me cuesta (aunque no a nivel adicción, creo) dejar la compu, siempre encuentro algo para ver, me digo a mi misma: un ratito más..

gracias por seguir pasando por mi blog, y dejando mensajitos
te mando un beso

RosaMaría dijo...

Sí que debe ser un problema, ya que seguramente no termina allí, jugarán a otros juegos. En Coruña tuve experiencias con pacientes que hasta perdieron su propiedad, no sé el mecanismo, pero es una tragedia para la familia y supongo que para ellas mismas. Muy buena la nota. Un abrazo grandote.

TucuMala dijo...

ayer vi en la TV que se depslomo un techo en el Bingo La plata sobre una embarazada a las 10.00 a-m, simplemente pensé ¿que hace una mujer emabarzada a media mñn en un tragamonedas? y me dio pena tanta soledad.

TucuMALA

Rud dijo...

Estimada tía Elsa
La ludopatía es un mal que ha venido incrementándose, sobretodo en la población femenina debido principalmente a la soledad, como dices, y a la falta de atención.
Creo que si el Estado es quien carga con el peso del gasto cuando el gusto por el juego se torna adicción, desde allí debería venir el control para que no se incremente el número de esos locales de juegos; también se podrían construir centros de recreación comunitarios en donde el deporte, el arte y la afición a la lectura sean sus principales prioridades.
Un excelente escrito
Cordiales saludos

gamar dijo...

Justamente, hace dos días que viajé a Buenos Aires y al pasar frente a un Bingo le comenté a mi mujer:
"¿Viste que la mayoría son viejas?"
Debería haber dicho mujeres mayores, pero lo concreto es que los porcentajes que mencionabas creo que se quedan cortos. Lo que duró el semáforo en cambiar, todas las que entraban y salían era mujeres mayores.
Es una pena que permitan ese negocio tan horrendo pero los jugadores encontrarían otra forma de arruinarse.
Saludos

Nat dijo...

el tema de la adicción es algo complicado, desde pequelito nos enseñan a jugar al bingo, a las cartas, a apostar... el pachinko en japón es toda una locura!!!

un saludo tía elsa

Juan Antonio dijo...

Tía Elsa, paso a dejarte un cariñoso saludo y desearte que pases un feliz fin de semana.
Juan Antonio

SUSURU dijo...

La ludopatía es tan grave como cualquier otra adicción.
A veces el que juega va con el último dinero q le queda ilusionado en triplicarlo o más y generalmente termina perdiendo todo.
Es una pena que cada vez se abran más lugares para enfermar a la gente. Y luego la contradicción del servicio psiquiátrico para curar las adicciones.

Salud, Educación, Cultura y Trabajo terminarían con este flagelo, pero claro,,,,deja de ser negocio para quienes permitieron el ingreso de estos "entretenimientos" que genera mucho dinero en el mercado "no productivo".

Muy bien analizada la nota y la problemática.

abrazos.

Nacida en África dijo...

Hola Tia Elsa! El problema de la ludopatía está muy extendido, ocurre igual aquí en España y yo diría que sobre todo en las grandes ciudades en donde la soledad se hace más patente. Es un tema desgraciadamente vigente y de difícil solución mientras las autoridades competentes no se hagan cargo y lo puedan resolver.

Gracias por tu visita :) Espero que te hayas encontrado a gusto.

Brisas y besos.

Malena

Rud dijo...

Estimada tía Elsa
Deseo que te encuentres estupendamente, espero que pronto nos presentes otro de tus maravillosos escritos.
Un abrazo

icue dijo...

He entrado en tu blog casualmente, y si que me "puedeinteresar"
Tocas un tema en el que habia pensado pocas veces, pero veo que debe ser tenido en cuenta, y más en una época que tantos valoran más el dinero que otras cosas más trascendentes.
Un abrazo

Abuela Ciber dijo...

Buenisimo lo que has compartido.
Por acá no hay tantos lugares importantes, pero si se ve concurrencia a los que hay.
En especial uno junto a un super.
Si hay tragamonedas por muchos lados.

Pero tambien por dinero he visto jugar en los club de abuelos y realmente no me ha gustado.
Porque una cosa es jugar por lo lúdico, otra por dinero.
Claro que el aliciente para el ganador es el premio.
En este sentido mi madre lo hacia con un grupo de veteranas , jugaban a la loteria, tomando el te , y se turnaba la que tenia que llevar el premio, (galletitas, bombones, caramelos, algo tejido, etc) que obtenia la finalista.
Claro que era jugar pero sin "timbiar"
Acá se juega muchisimo a la quiniela y 5 de oro, que son varias veces a la semana.
Tendre otros vicios pero ese no ja ja!!!!!!!

Cariños

La Turca y sus viajes dijo...

Hola!!!!!!
La otra noche había unos amigos en una calle, cuando vieron un hombre golpeando brutalmente a una mujer, a la salida de un bingo, acudieron a salvarla de tal feroz paliza, el hombre golpeador alejándose gritaba, “quisiera verlos a ustedes, quedarse sin el sueldo y sus hijos sin comer todo el mes”…..
Un abrazo de oso

Anónimo dijo...

¡Terrible!...Caray...No sabía que ese problema era tan grave

Anónimo dijo...

Interesante artículo. He visto salir corriendo a muchas mujeres a las 8 y media o 9 de la noche del bingo para ir a su casa.

Un saludo

Alicia dijo...

CONOZCO ALGUN CASO DE JUEGO QUE DEJO A LA FAMILIA EN LA RUINA ES UNA DESGRACIA...
ENTRE CON UNA AMIGA EN EL CASINO DE ELTIGRE...SERIAN LAS 12 DE LA MAÑANA Y QUEDE ASUSTADA....LAS CARAS DE LAS PERSONAS QUE PENA QUE DESESPERACION.....
SOLO MIRAMOS UN MOMENTO PASEANDO Y NOS FUIMOS...
YO NO AGUANTO ESE RUIDITO Y ESAS CARAS ...QUE PENA.
PERO ES LEGAL ASI QUE TIENE QUE DAR MUCHAS GANANCIAS.
UN SALUDITO.