Vientos de esperanza

Naciones Unidas aprobó hace pocos días en Ginebra un conjunto de normas para regular la responsabilidad de las multinacionales en la defensa y el respeto a los derechos humanos. El código, que establece 19 principios obligatorios, deberá ser incorporado por las compañías a través de un reglamento interno.Su cumplimiento será controlado por la ONU y los propios Gobiernos. Y, como consecuencia de ello, cualquier afectado por la violación de las normas tendrá derecho a recibir una indemnización. No es la primera vez que se ratifica un código de conducta para grandes empresas en el ámbito internacional. La novedad y el valor de esta iniciativa está en su carácter obligatorio, que debería impedir que se reduzca a una mera declaración de intenciones. En cualquier caso, y como siempre, la efectividad de la norma dependerá no sólo de la voluntad de las empresas, sino también y principalmente del rigor de los Gobiernos .
Entre estas normas figuran los siguientes principios:
Las multinacionales no deberán contratar a menores de 18 años para trabajos peligrosos. No deberán solicitar a ningún trabajador jornadas superiores a 48 horas por semana y 10 horas al día. No utilizarán la falta de certeza científica para comercializar productos potencialmente dañinos para la salud. No discriminarán a los trabajadores por razones físicas, sexuales, raciales, de salud, maternidad u orientación sexual.Las grandes multinacionales que subcontratan talleres en países asiáticos en los que, a menudo, se emplea a niños 'deberán crear un plan para eliminar el trabajo de los mismos'. Sus directivos tendrán que valorar qué ocurrirá con los menores una vez que abandonen el trabajo e incluir medidas como el contratar a sus padres y hermanos mayores en su lugar.
El principal valor del código elaborado por la ONU es su carácter obligatorio, frente a otro tipo de iniciativas que se basan en la voluntariedad de las compañías.
Sin embargo, para algunas organizaciones de derechos humanos, el documento aprobado omite cuestiones esenciales, como el establecimiento del principio de 'responsabilidad solidaria' entre las multinacionales y sus filiales, proveedores y subcontratistas en materia de derechos.
Este es un paso muy importante dado que ha habido muchos casos de daños causados por las multinacionales que aún habiendo transitado por la justicia no llegaron a dar indemnizaciones a los damnificados acordes al daño causado y en otros quedaron en la nada.
En próximos post informaré detalladamente sobre diversos casos que realmente conmueven e indignan